Sunday, November 23, 2014

Birdman: la angustia de volver a ser


Dr. Francisco Flores-Cuautle
Wichita State University

La última película del director mexicano Alejandro González Iñárritu—Amores perros (2000); 21 gramos (2003); Babel (2006); Biutiful (2010)—es una sofisticada reflexión sobre la violencia, la represión y la modernidad como angustia generalizada. El cine de González Iñárritu ha evolucionado desde las narrativas de la confrontación identitaria—individual y colectiva—hasta la exposición y visión crítica del mundo angustiante, donde se desarrollan las contradicciones del sujeto dentro de la modernidad.

En esta cinta no se exponen las virtudes del superhéroe, al estilo X-Men, sino su decadencia, sus miserias, sus potencialidades devastadas y reprimidas. Se expone a un superhéroe venido a menos que parece conformarse, en su vejez, con dirigir y actuar su propia obra de teatro: De qué hablamos cuando hablamos del amor (basada en un cuento de Raymond Carver, publicado en 1981).

La tesis que guía Birdman es que el sujeto dentro de la modernidad no tiene otra alternativa que resolver su conflicto interno: entre sus deseos reprimidos y la compleja realidad que debe enfrentar cotidianamente. El protagonista de la cinta, Riggan Thomson / Birdman, intenta resolver este dilema a través del teatro como arte fundacional de la representación en vivo.

Es el teatro el que lleva a Thomson a profundizar en su ser; en su relación con las materialidades y superficialidades del mundo cotidiano en el que vive: su relación con los demás, sus problemas económicos elementales, por ejemplo.

A lo largo de la cinta, vemos distintas violencias: el lenguaje soez, hiperbólico y caótico que utilizan los protagonistas; los pasillos del teatro de Broadway donde vive Thomson, que vislumbran la interioridad laberíntica y caótica de cada uno de los personajes, sobre todo, del protagonista; las relaciones humanas distorsionadas y eternamente conflictivas; y, finalmente, la agresiva voz interior de Thomson: la voz del superhéroe que fue, la del Birdman suprahumano que le recuerda permanentemente que es capaz de volar y controlar la gravedad material a plena voluntad.

Al final, Thomson, estando en escena, intenta un suicidio que no se realiza, pero que le revela su destino final; debe liberarse, no reprimir más su condición existencial, volver a ser Birdman. La tensión se resuelve con un vuelo que provoca que el sujeto, después de hundirse entre las profundidades de su drama personal, decida emprender el vuelo hacia lo más afuera de él, hacia el mundo que había tratado de reprimir.


Se está, al final de la cinta, ante la ambivalencia de la modernidad: el ser humano, al salirse completamente de él—como celebridad, como actor, como personalidad realizada—corre el riesgo de encontrarse con su ser más profundo, su seidad reprimida, con lo que siempre había sido, con lo que volvió a ser al emprender el vuelo: Birdman.

Friday, November 7, 2014

Entender la violencia en México: Reinventar la nación, agenda ciudadana urgente



Dr. Francisco Flores-Cuautle 
Wichita State University 
   En las últimas semanas se asocia México con el término “violencia”. Quedaron atrás aquellos años en los que México era un sinónimo de culturas milenarias, un mundo maravilloso por visitar y descubrir. El mundo de los grandes creadores y escritores mexicanos, el de la diversa y fascinante cultura milenaria, ha sido substituido por la idea de un México violento.

El tema que ha dado la vuelta al mundo es el de Iguala (Guerrero, México). El 26 de septiembre seis personas fueron masacradas, entre ellas tres estudiantes normalistas, 25 resultaron heridas, y 43 desaparecieron. Hasta ahora, no hay una versión oficial sobre quiénes, o bajo la orden de quién, se llevó a cabo este brutal acto.

Estamos ante el caso de violaciones a los Derechos Humanos más severo en los últimos cuatro decenios. Es un tema cruel, sangriento, lleno de interrogantes. El Gobierno mexicano, a pesar de tener toda la capacidad de informarse sobre lo que sucede a lo largo y ancho de la nación, afirma no saber nada del paradero de los 43 estudiantes desaparecidos (reportes actualizados sobre este tema pueden ser consultados en este link: http://goo.gl/4TOCHl).

Este acontecimiento no nace en un vacío histórico, tiene sus explicaciones. En lo que sigue expondré mis observaciones.

El actual gobierno de México, dirigido por Enrique Peña Nieto, niega todo, afirma no saber nada sobre los 43 estudiantes; entonces, ¿sus aparatos de inteligencia no funcionan? Esta negación forma parte de un completo sistema comunicacional. Primero, el gobierno mexicano,  niega saber, después, acepta que hay dudas razonables y, finalmente, acaba imponiendo “su verdad”, ya que controla los principales medios de comunicación. En otras palabras, de “imponer su verdad” el gobierno ha hecho todo un sistema administrativo.

Además de las imposiciones antes explicada, hay que añadir que en México se ha consolidado una corrupción gubernamental generalizada. Los políticos, sean del partido que sean—PRI (Partido Revolucionario Institucional), PAN (Partido Acción Nacional), PRD (Partido Revolución Democrática)— comenten delitos graves, pero nunca se les llama a rendir cuentas. Los políticos se hacen millonarios a costas del erario—desarrollan múltiples negocios amparados en las partes frágiles de la ley— y no hay forma de exigirles un comportamiento ético. Parece no haber poder judicial capaz de juzgar a los políticos corruptos. Impunidad y simulación, corrupción y privilegios.

Es posible afirmar que casi todos los gobiernos mexicanos (durante el siglo 20 y hasta el actual) han dirigido la nación desconectados de los ciudadanos. La consecuencia real de esta conexión es que la democracia mexicana, en sus múltiples crisis y transiciones, aún no se ha consolidado y tardará mucho en hacerlo si los ciudadanos no ejercen una presión inteligente para que en México se consolide una democracia estable y duradera.

El caso Iguala—Ayotzinapa, el lugar en donde estudian los normalistas desaparecidos—ha desatado una indignación no sólo nacional sino mundial entre las sociedades civiles del globo. La información ha fluido de forma poderosa a través de los medios convencionales y las redes sociales. De una u otra forma, gran parte de los ciudadanos del mundo han tomado consciencia sobre la gravedad del asunto: las manifestaciones de apoyo a favor de que aparezcan pronto los 43 estudiantes desaparecidos se siguen multiplicando.

La violencia en México siempre ha existido, con menores o mayores intensidades, de acuerdo a cada etapa histórica, como la existe en cualquier país alrededor de mundo. Sin embargo, desde el sexenio del anterior presidente de México, Felipe Calderón, se desató por completo la violencia debido a que éste declaró una “guerra” frontal contra la delincuencia organizada. El resultado de la acción emprendida por Calderón fue la apertura de un periodo tenebroso en el que han muerto miles de personas.

Lo que agudizó la situación fue que, en medio de las peleas entre las autoridades policiales y los delincuentes de distintos bandos y adscripciones, se encontraba la sociedad civil. Ésta, la sociedad civil, es la que en realidad ha sufrido de forma brutal y sanguinaria esta “guerra”. Consecuentemente, la sociedad civil ha tenido, en casos extremos, que organizarse y hasta armarse en lo que se ha llamado “autodefensas” (reportes actualizados sobre las “autodefensas” pueden ser consultados en este link: http://goo.gl/hr5QkF).

Se puede decir que la violencia actual viene de forma directa del descontrol nacional del sexenio pasado y, asimismo, de la imposibilidad del actual gobierno de transformar la realidad para resolver no sólo el problema de la violencia sino, también, los de la distribución económica y de justicia.
En suma, son distintos los factores que ha provocado la violencia desatada la en México: la guerra contra el crimen del sexenio anterior, la corrupción y la impostura comunicacional del gobierno, así como la imposibilidad de la sociedad civil para organizarse y exigir mejores cuentas a sus políticos.
A manera de conclusión, quiero pensar que los ciudadanos mexicanos, en quien veo la gran potencialidad para el cambio necesario, deben reorganizarse para intentar rehacer una idea de México.

La sociedad civil necesita reinventar la nación a partir de la idea de que, hacia dentro, debe haber una recuperación de una memoria viva y crítica, capaz de evocar los grandes logros en la historia de México y ser capaz  de, no sólo imitarlos, sino de asimilarlos a una realidad contemporánea. Asimismo, se debe construir una imaginación solidaria, es decir, una imaginación capaz de agrupar a los mexicanos en comunidades copartícipes y mejor organizadas. Finalmente, se debe emprender una reconstrucción de la creatividad política que ayude a los ciudadanos a encontrar formas de solidificar la democracia para poder ejercer presión real contra los gobiernos que dirigen la nación.

Sunday, April 27, 2014

Gabriel García Márquez (1927-2014), in memoriam: La soledad como mito latinoamericano

Dr. Francisco Flores-Cuautle
Wichita State University
El pasado 17 de abril murió Gabriel García Márquez, el gran escritor colombiano, ganador del Premio Nobel de literatura en1982. García Márquez es uno de los novelistas latinoamericanos más apreciados, leídos y estudiados en todo el mundo. Tras su partida, el escritor colombiano nos dejó un legado muy valioso sobre Latinoamérica, lleno de ideas por examinar y (re)descubrir: la génesis; la soledad; la historia patriarcal; la mitificación narrativa; el realismo mágico; las utopías; las revoluciones.
 Al hacer una evaluación de la vida y obra de García Márquez, debo decir que nos ha dejado un gran ser humano; libre en su hacer, en su pensar, en su decir, quien fue capaz de reinventar la idea que se tenía de Latinoamérica: como “mito y archivo”, según Roberto González Echevarría; o como “realismo mágico”, según Seymour Menton y muchos otros estudiosos.
En especial, la narrativa de García Márquez describió y explicó de forma fascinante el mito de la soledad de América Latina. El narrador colombiano expuso con gran maestría, a través de su obra, las razones por las cuales la evocación y la imaginación se han convertido en las grandes herramientas que todo creador utiliza para inventar y reinventar la historia de una América Latina que, en su propia narrativa, aparece obsesivamente aislada, incomunicada, encerrada.
Para García Márquez toda Latinoamérica es una sola “patria inmensa, de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda”. Y concluye diciendo, los latinoamericanos hemos sido así e insistimos en serlo; “no hemos tenido un instante de sosiego”. (García Márquez en La soledad de América Latina). Precisamente así es la narrativa de García Márquez, desasosegada, intensa, alucinante, poderosa, proteica, mítica.
El reconocimiento mundial que recibió García Márquez sólo llegó hasta que escribió y publico su novela más famosa: Cien años de soledad (1967). Apenas publicada la novela, las ventas y ediciones, en distintos idiomas, de esta obra se multiplicaron exponencialmente. ¿Cuál es la razón por la cual Cien años de soledad se convirtió en una de las novelas más leídas a nivel mundial? Su capacidad de captar a través de una mirada prismática  y fascinante la historia, el desarrollo, y la utopía fallida del proyecto de unidad latinoamericana:
Un mediodía ardiente hicieron una asombrosa demostración con la lupa gigantesca: pusieron un montón de hierba seca en mitad de la calle y le prendieron fuego mediante la concentración de los rayos solares. José Arcadio Buendía, que aún no acababa de consolarse por el fracaso de sus imanes, concibió la idea de utilizar aquel invento como un arma de guerra. Melquíades, otra vez, trató de disuadirlo. Pero terminó por aceptar los dos lingotes imantados y tres piezas de dinero colonial a cambio de la lupa. Úrsula lloró de consternación. Aquel dinero formaba parte de un cofre de monedas de oro que su padre había acumulado en toda una vida de privaciones, y que ella había enterrado debajo de la cama en espera de una buena ocasión para invertirías. (Cien años de soledad)
José Arcadio Buendía es el tipo de personaje alucinado y fascinante que le interesaba desarrollar a García Márquez. Este tipo de personajes le obsesionaban por sus contradicciones y sus crisis, por los irracionales actos y direcciones que tomaban, en nombre de la realización de sus fantasías más estrambóticas.

En suma, se nos adelantó un gran hombre y fascinante escritor, quien fue capaz de renombrar las cosas y los hechos, de remitificar las ideas que tenemos y nos hacemos sobre América Latina. Invito a recordar a Gabriel García Márquez a través de la lectura de sus obras. Recomiendo leer: El coronel no tiene quien le escriba (1961); Cien años de soledad (1967); La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972); El otoño del patriarca (1975); Crónica de una muerte anunciada (1981); El amor en los tiempos del cólera (1985); El general en su laberinto (1989).


Monday, March 24, 2014

"Memoria, imaginación y creatividad en la obra de Octavio Paz"


Centenario del natalicio de Octavio Paz (1914-2014):
Evocación de un mexicano universal en la Universidad de Wichita


Dr. Francisco Flores-Cuautle
Wichita State University

Este año se celebra el centenario del natalicio de quien, sin duda, ha sido el escritor mexicano más influyente del siglo XX: Octavio Paz (1914-1998). Las conmemoraciones por el natalicio de Octavio Paz se multiplicarán por todo el mundo, y en la Universidad de Wichita nos uniremos a esta fiesta universal. Para celebrar el natalicio del mítico escritor mexicano, el próximo 31 de marzo se llevará a cabo el evento: “Evocación, imaginación y creación en la obra de Octavio Paz”. A través de una serie de ponencias en las que reflexionaremos sobre la vida y obra de Paz, y por medio de la lectura de una selección de sus poemas y fragmentos de sus ensayos, nos uniremos a esta conmemoración de orden universal. 
No sólo se trata de que Paz haya ganado el Premio Nobel en 1990 sino, también, de que Paz se ha convertido en el más importante mito dentro de las letras mexicanas. Al decir que Octavio Paz es un mito quiero decir que la vida y obra de Paz han ejercido una fascinación e influencia única, poderosa e incomparable dentro de la historia de la literatura mexicana. Para mí, lo que vuelve mítico a Octavio Paz es su capacidad de procesar tradiciones universales para poder ofrecer una visión fascinante del mundo, destacando por encima de todo, su obra poética: portentosa, propositiva, crítica:
….voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano…

(Octavio Paz, Piedra de sol)


Asimismo, la obra ensayística de Octavio Paz es bastante influyente. Uno de los ensayos que más se lee en los Estados Unidos es El laberinto de la soledad (1950). Este texto sobre la identidad mexicana, es una reflexión crítica en la que se analizan las coordenadas histórico-culturales que fueron conformando lo que se conoce como “carácter mexicano”. Este “carácter mexicano”, según Paz, viviría subsumido siempre entre la apariencia de la fiesta desbordante y una singular soledad que resultaría ser la profunda esencia del ser mexicano. En suma, en su ensayo, Paz sabe que entre más se introduce en el laberinto que llamamos “identidad”, más se agudiza la imposibilidad de la realización de la misma. 


Como lo he mencionado antes ya, a Octavio Paz se le considera un mexicano universal, un escritor cosmopolita cuyo natalicio será conmemorado de forma especial en México. El próximo 31 de marzo se celebrará en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México el evento: “Retrato coral de Octavio Paz” (http://www.octaviopaz.net/). Este coloquio busca ofrecer una imagen multidimensional e integral de Paz:
Octavio Paz fue una figura polifacética, un hombre de letras interesado por las más diversas manifestaciones humanas: de la poesía a la política, del mundo del arte a lo religioso, de la antropología y la historia de las ideas a las relaciones entre Oriente y Occidente y de ahí a las siempre complicadas relaciones entre los intelectuales y el poder, tanto en regímenes autoritarios como sistemas democráticos. Su actividad profesional y su obra reflejan también este vasto crisol: fue editor de revistas, poeta, diplomático, animador de la discusión intelectual cosmopolita y un conversador infatigable que influyó y se dejó influir por las expresiones artísticas de su tiempo (http://www.octaviopaz.net/).

La obra de Octavio Paz es el gran legado polifacético de un autor mexicano, quien supo nutrirse de las grandes tradiciones culturales del mundo para poder ofrecer su visión personal sobre la condición humana en general, y la del mexicano en particular.

Invito a la comunidad latina de la Ciudad de  Wichita a celebrar este acontecimiento (muy pronto por este espacio daremos a conocer más detalles) y a leer de forma directa a Paz. Los libros que recomiendo del autor mexicano son: Águila o sol (1951),  Árbol de adentro (1987), El laberinto de la soledad (1950), El mono gramático (1974), Los hijos del limo (1974),  y Hombres de su siglo (1984).








"Piedra de sol" de Octavio Paz: Lectura y producción, Sara Gómez, estudiante de mi seminario sobre poesía latinoamericana, primavera, 2014.

Nota: En este link pueden verse algunos proyectos de mis estudiantes de mis clases pasadas sobre poesía latinoamericana: http://poetrywsu.blogspot.com/


Piedra de sol (fragmento)

...voy por tu cuerpo como por el mundo,

tu vientre es una plaza soleada,

tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,
vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño de esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,
tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,
voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas...

Thursday, January 2, 2014

La poesía de Rubén Darío: Ritmo, mitificación y estética vitalista


La poesía de Rubén Darío:
Ritmo, mitificación y estética vitalista

Dr. Francisco Flores-Cuautle
Wichita State University

Ama tu ritmo…

Ama tu ritmo y ritma tus acciones
bajo su ley, así como tus versos;
eres un universo de universos
y tu alma una fuente de canciones.

La celeste unidad que presupones
hará brotar en ti mundos diversos,
y al resonar tus números dispersos
pitagoriza en tus constelaciones.

Escucha la retórica divina
del pájaro del aire y la nocturna
irradiación geométrica adivina;

mata la indiferencia taciturna
y engarza perla y perla cristalina
en donde la verdad vuelca su urna.

Rubén Darío (1867-1916), poeta nicaragüense, es uno de los grandes creadores latinoamericanos de todos los tiempos. Es conocido como el gran poeta del modernismo latinoamericano: el movimiento estético-ideológico que Latinoamérica aportó al mundo. El modernismo en Darío es una penetrante meditación sobre las contradicciones socioculturales propias de la Latinoamérica de finales del siglo diecinueve y principios del veinte. En su obra, Darío aspira a resolver esas tensiones proponiendo una estética que intenta ritmar y fusionar los contrarios; es decir, propone una poesía que quiere expresar la totalidad del universo desde una visión latinoamericana que no fuese simple mimesis de la cultura europea sino que, desde su autoctonía, fuera capaz de enunciar lo universal. Expresó Darío en “Palabras liminares” una síntesis de su ideario identitario y creacional: “Como cada palabra tiene un alma, hay en cada verso, además de la armonía verbal, una melodía ideal. La música es sólo de la idea, muchas veces”. Asimismo, la agenda estética e ideológica de Darío la podemos observar en su poema: “Ama tu ritmo…”, contenido en Prosas profanas y otros poemas de 1901. Desde mi perspectiva, “Ama tu ritmo…” es uno de los grandes manifiestos del modernismo.

En lo que sigue, analizaré este poema para explicar cómo la forma imperativa resulta ser la clave para entender la urgencia de la voz poética que llama al lector a hacer un esfuerzo por entender el ritmo de su retórica mitificada y vitalista.

La inserción del imperativo “Ama” con el que se inicia “Ama tu ritmo…” debe ser visto como el factor esencial que desencadena las fuerzas que tensionan los distintos elementos de esta pieza. No es casual que la voz poética comience su poema con este precepto que llama al interlocutor a entender la magnitud de su consigna. Esta consigna, de hecho, representa una fórmula epistemológica relacional que tiende y distiende las fuerzas contenidas en el poema ya que, análogamente a espejos, la voz poética nos sumerge en un vaivén rítmico (Ama tu ritmo y ritma tus acciones)  caracterizado por dos fenómenos substanciales: la expansión y la absorción. Esto lo podemos observar si contraponemos la idea del ama del inicio (una imagen que en este caso funciona como un verbo que implica movimiento y que busca expandir los siguientes elementos del poema), con la de la  urna vista como el continente de la verdad que, a final de cuentas, es volcada.
Así pues, estamos, ante un par de fenómenos que son desencadenados por la fuerza dominante del imperativo: ama, que introduce un programa poético cuando es enunciada la máxima: eres universo de universos. La voz poética llama al lector a percibirse como un ser único que forma parte de un engranaje cósmico. La imagen anterior, en efecto, implica la noción de absorción y dispersión (el universo – la unidad celestial— está conformado por universos, mundos diversos, números dispersos, expandidos).
En Darío, el fluir de “lo amoroso” libera y unifica las fuerzas más dispares de la pieza. Es decir, la fuerza amorosa desencadenante que propone la voz poética en esta pieza, se caracteriza por la importancia de, por un lado, la celeste unidad engendrada a través de la pitagorización de las constelaciones y la geometrización del cosmos, y por el otro, el de la detonación de los universos y canciones que se diversifican y se dispersan.
Otro lugar del poema donde podemos corroborar lo que he dicho hasta ahora se encuentra en la cuarta estrofa:

Escucha la retórica divina
del pájaro del aire y la nocturna 
irradiación geométrica adivina

            En esta estrofa, las palabras fluyen al amparo de tres ideas que, en cuanto a  lo formal y al contenido, evidencian los fenómenos que ya he citado. Al inicio del verso nueve el tono imperativo prevalece, y el Escucha de este verso (complementado por la idea trascendental de la existencia de una retórica divina) encabalga con el siguiente verso. En éste, se relaciona a la retórica enunciada con un pájaro de aire y, nuevamente, se encabalga el mensaje con el verso diez. Posteriormente, emerge el concepto de una irradiación geométrica que la voz poética invita al interlocutor a adivinar. Nada es casual en el poema, los encabalgamientos subrayan el apremio por dilatar ese verso que necesita expandirse hacia la siguiente línea y, de esta forma, poder expresar  un programa poético dominado por la búsqueda de una retórica divina. Paralelamente, la figura del pájaro del aire ─ que simboliza  la expansión, el aire ubicuo ─ contrasta con el orden que propone la voz poética a través del concepto de la irradiación geometrizada regida por unas leyes que, a partir de un orden armonioso, convocan a las fuerzas dispersas a  regresar a la celeste unidad de la segunda estrofa.
Finalmente, en el último terceto del soneto, dos ideas contrapuestas predominan. El tono imperativo se mantiene y la voz del poema llama al receptor a matar la indiferencia taciturna (al spleen de Baudelaire), por medio del engarce, paso a paso, de sendas perlas cristalinas de una verdad que termina por volcar su urna. ¿A qué se refiere Darío con esta verdad que vuelca su urna? ¿A la dispersión del conocimiento, de la vida, de lo humano? Esta inserción final del verbo volcar encuentra su enlace con la petición de la voz poética que apresura al interlocutor a ritmar sus acciones (verso uno) bajo las leyes del universo (verso dos) y a pitagorizar sus constelaciones (verso ocho). Se está pues, nuevamente, ante el par de fenómenos que caracterizan toda la pieza. A manera de diástole y sístole, la voz poética nos lleva a través de un artefacto poético en el que a las leyes pitagóricas le son contrapunteados los mundos diversos y los números dispersos. Finalmente, la muerte de la indiferencia es lograda a través de un amor-amar intenso, capaz de relacionar las fuerzas dispersas del cosmos –a veces, ordenado y armonioso, a veces disperso. De esta manera, el yo imperante que domina el poema insta al interlocutor a que perciba la forma en que el cosmos se contrae y se expande para renovar, con un ritmo similar al fluir de la naturaleza, sus creaciones infinitas.